He aquí una composición bastante vieja. Es una especie de Frankenstein de viejas letras y tenía pensado meterla en alguna de nuestras canciones, pero de momento no hay música.
Ha llegado el momento de decir adiós,
se han llenao' las cunetas de los tristes latidos
de un cansao' corazón.
Ya no quedan sueños mal paridos
abrigaos' a la sombra de un contenedor.
Las calles guardan silencio
ya no se oye gritar al viento
ni cantar al ruiseñor.
Nunca aprendí bien la lección,
construyo castillos de cartas al aire,
nunca hice caso al corazón.
Y si la risa está tan cara,
¡alcohol pa' mi garaganta!
El cielo llora tristeza,
los cipreses al viento se bambolean
mientras les miras cansada
de escuchar historias escritas
con plumas negras.
¿Y es que quién quiere al Sol
teniendo la Luna y las estrellas,
si no hay nadie más puta que ellas?
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